Sueño el día en que me mires muy de cerca,
Y mis manos busquen hundirse en tu pelo,
Recorrer tu piel con mis manos,
buscar con mi lengua la profundidad de tu boca,
Extraer el secreto de tu garganta
para hacerlo mío tambien.

Sueño el día en que moriremos juntos por un instante,
El instante donde nos ahogaremos en un gemido momentáneo,
Donde el dolor es placentero
Se olvidará toda promesa, duda o prejuicio,
Donde un perfume viejo y nuevo inundará las sombras,
Cuando una misma saliva recorrerá tu boca y la mía…

Como Ícaro,
vuelo hacia el sol con mis alas de cera,
Pero este es un viaje consciente…
Hoy, los rayos del sol me son indiferentes,
Se han convertido en algo constante,
inapreciable,
Como el dolor de cabeza para mi amiga anoréxica…

Ahora el mar me recibe, me abraza,
Y me entrego a su pasión de agua y sal,
De arena y algas,
Cruzo la línea sin fin….

Ya no pertenezco a nadie,
Solo a este mar de sal y arena,
A las rocas que me abrazan aunque ya no tenga alas,
A este vacío que me aterra…

Mi corazón no deja de caer,
al infinito, que está donde tú estabas…