Como comenzó? Nadie lo sabe. Lo cierto es que desde pequeño ese niño diferente sabía que era diferente. Un día, mientras cursaba el 3er. grado de primaria, estaba en el baño con uno de sus compañeros, y jugando a ver quien hacía que la orina llegara más lejos. En eso, el niño sintió unos deseos incontrolables de ver el pene de su amiguito ¿Por qué sentía esto? ¿Era normal? No lo sabía, y no le importaba, el niño sentía una profunda curiosidad por conocer más y más acerca de eso. En eso, su compañerito se percata de que estaba siendo espiado sin autorización....-¿Te gusta?-Le pregunta. -Sí- Contestó el niño. En eso su compañerito empezo a jugar con su incipiente sexo, que se le perdía entre los dedos. Un día-le dijo- ví una película de esas para grandes de mi hermano. El señor le metía el pipí por las pompis a una muchacha, y gritaban que les gustaba mucho, que sentían muy rico. ¿Lo hacemos? Sí -contestó el niño- pero aquí no, nos pueden ver. A pesar de su corta edad, ya traía en su mente que aquello era algo sucio, prohibido y antinatural. -Te veo en la construcción de la esquina del parque a la hora de salida.
Las dos horas entre el recreo y la hora de salida se hicieron eternas....El niño no podía concentrarse, los pusieron, como siempre, a hacer planas y planas de números romanos. Del 1 al 1000 de 5 en 5. Uff! El también había visto de esas películas de grandes. Muchas. Y revistas. 10:45....!Solo habían transcurrido 15 minutos!.....CCV, CCX, CCXV.......CCXC. Y volteaba de reojo a ver a su compañerito....¿Que se sentiría? ¿Se atrevería, o preferiría irse a jugar futbol al parque? DCCV, DCCX.....DCCL. 11:10. Sólo faltaban 40 minutos. El compañerito se comportaba como si nada, sentado al fondo del salón, como siempre. ¡Ya llegue al cien! lo escuchó gritar emocionado. ¿Al cien apenas? ¿Qué si no lo dejaban salir? ¿Qué pasaría si el profesor no lo dejaba irse? ¡Oh no! Todo se echaría a perder, que haría con tanta fascinación contenida en el pecho. El ya había terminado. Adelantó su tarea del día siguiente. Pero que niño tan lento, si tan solo no le hubiera sido tan simpático....
12:00 en punto. Hora de salir. El profesor indicó que quien no hubiera terminado los números, los agregaría de tarea para el día siguiente. El niño sintió alivio. Antes de tomar camino a la construcción, pasó al baño, sacó un peine de su mochila, lo mojo en la sucia agua del lavamanos, y se peinó.....¿Qué era eso? No lo comprendía, pero quería verse bien para su amiguito. No fuera a ser que después no quisiera nada. Que sorpresa se llevó cuando al salir del baño, vió a su compañerito sentado en el piso, esperándolo. ¿Nos vamos?-Preguntó. Y el solo pudo hacer un gesto afirmativo con la cabeza. Mientras caminaban, el corazón del niño se sentía sobresaltado...Llegaron a la construcción abandonada, pasaron al lado de un perro muerto a punto de reventar que daba al lugar un olor a
podredumbre que ahogaba al niño. Vieron como iban dejando un caminito de cal con sus huellitas, gracias a un saco abierto y desparramado por la entrada. Acá en el baño, aquí nadie nos verá -Le dijo. El niño volteba fascinado a ver todos los letreros escritos en la construcción, cosas que le parecían sin sentido "Lomas XIII", El Cholo Rifa, Tamas w/h....¿Qué significaba eso?. Llegamos -dijo el compañerito- aquí va a estar el baño, mira, aquí está el hoyito por donde se va el agua. Y ahora que hacemos -se atrevió a preguntar. El compañerito dejó su
mochila, agarró su cara con las 2 manos y le dió un beso en la boca. El niño sintió como si sus hombros se debilitaran, como si la mochila que el aún llevaba cargando le fueran a desprender los brazos. ¿Qué era eso?....¡No tonto, tienes que abrir la boca! En eso sintió como una humeda gomita de dulce se introducía en su boca.....¡Ah, que bien se sentía! Pronto el también se defendió en la luchita de las lenguas. Y muy bien. Sintió como su pene se ponía duro y se levantaba, y el de su amiguito estaba igual al de él, según lo percibía entre sus piernas, ya que
estaban cerca, muy cerca uno del otro. ¿Y si nos quitamos la ropa? - le propuso el amiguito. Pronto estaban los 2 se calzoncitos, su amiguito traía unos blancos con una rayita azul y una dorada. El se sintió avergonzado de traer su calzoncillo que hasta ayer había sido su máximo orgullo: El calzón de Scooby Doo. En ese momento lo odió y se sintió avergonzado de traerlo puesto. ¿Jugamos espaditas?- le preguntó su amiguito. Y empezaron primero un poco alejados, solo rozándose las puntas de sus penes, pero poco a poco ambos fueron acercándose más y más....Y vieron que si estaban más cerca y más se tallaban, más duro se ponía su pipí...¿Me lo chupas? se atrevió a preguntar el compañerito. ¿Para qué? -contestó el niño. Si lo chupas mucho rato sale una lechita muy rica -contestó. Y el niño tomo el pipí de su amiguito entre sus manos, y aguantando el asco de imaginar que por ahí hace pipí empezó a chuparlo y achuparlo, y el sabor agridulce le penetró toda la boca, y la garganta, y en medio de esa mezcla de éxtasis y ganas de vomitar, supo que era una de las cosas que más le habían gustado en la
vida. Sintió como un liquido espeso le empezó a llenar la boca, y le dieron más ganas de vomitar. Rápidamente escupió, eso era repugnante. Se siente muy rico -dijo- ahora yo te voy a hacer a tí....¡Qué sensación más fantástica! Mejor que un diploma, mejor que ir a Disney, mejor que todo lo que le había pasado en su vida....Ah! Eso era especial.....Y de pronto un estremecimiento poseyó todo su cuerpecito, como un temblor, como ganas de orinar, pero distinto. Y sin quererlo, se dió cuenta que su compañerito estaba a su lado, escupiendo también esa
amarga sustancia blanco-transparente. ¿Te gustó?- le preguntó el compañerito. Sí -contestó el niño. ¿Venimos mañana?.....-Sí.
Y así, los dos niños siguieron saliendo juntos de la escuela, encaminándose hacia la construcción, hasta que se atravesaron las vacaciones de verano, y el niño fué a visitar a su familia a Michoacán. Y al volver a clases, supo que su compañerito se había cambiado de ciudad, y nunca más volvió a saber de él.....Pero cada vez que pasaba por la construcción, revivía los momentos que tan feliz fué enmedio de esas tres paredes sin techo....
Las dos horas entre el recreo y la hora de salida se hicieron eternas....El niño no podía concentrarse, los pusieron, como siempre, a hacer planas y planas de números romanos. Del 1 al 1000 de 5 en 5. Uff! El también había visto de esas películas de grandes. Muchas. Y revistas. 10:45....!Solo habían transcurrido 15 minutos!.....CCV, CCX, CCXV.......CCXC. Y volteaba de reojo a ver a su compañerito....¿Que se sentiría? ¿Se atrevería, o preferiría irse a jugar futbol al parque? DCCV, DCCX.....DCCL. 11:10. Sólo faltaban 40 minutos. El compañerito se comportaba como si nada, sentado al fondo del salón, como siempre. ¡Ya llegue al cien! lo escuchó gritar emocionado. ¿Al cien apenas? ¿Qué si no lo dejaban salir? ¿Qué pasaría si el profesor no lo dejaba irse? ¡Oh no! Todo se echaría a perder, que haría con tanta fascinación contenida en el pecho. El ya había terminado. Adelantó su tarea del día siguiente. Pero que niño tan lento, si tan solo no le hubiera sido tan simpático....
12:00 en punto. Hora de salir. El profesor indicó que quien no hubiera terminado los números, los agregaría de tarea para el día siguiente. El niño sintió alivio. Antes de tomar camino a la construcción, pasó al baño, sacó un peine de su mochila, lo mojo en la sucia agua del lavamanos, y se peinó.....¿Qué era eso? No lo comprendía, pero quería verse bien para su amiguito. No fuera a ser que después no quisiera nada. Que sorpresa se llevó cuando al salir del baño, vió a su compañerito sentado en el piso, esperándolo. ¿Nos vamos?-Preguntó. Y el solo pudo hacer un gesto afirmativo con la cabeza. Mientras caminaban, el corazón del niño se sentía sobresaltado...Llegaron a la construcción abandonada, pasaron al lado de un perro muerto a punto de reventar que daba al lugar un olor a
podredumbre que ahogaba al niño. Vieron como iban dejando un caminito de cal con sus huellitas, gracias a un saco abierto y desparramado por la entrada. Acá en el baño, aquí nadie nos verá -Le dijo. El niño volteba fascinado a ver todos los letreros escritos en la construcción, cosas que le parecían sin sentido "Lomas XIII", El Cholo Rifa, Tamas w/h....¿Qué significaba eso?. Llegamos -dijo el compañerito- aquí va a estar el baño, mira, aquí está el hoyito por donde se va el agua. Y ahora que hacemos -se atrevió a preguntar. El compañerito dejó su
mochila, agarró su cara con las 2 manos y le dió un beso en la boca. El niño sintió como si sus hombros se debilitaran, como si la mochila que el aún llevaba cargando le fueran a desprender los brazos. ¿Qué era eso?....¡No tonto, tienes que abrir la boca! En eso sintió como una humeda gomita de dulce se introducía en su boca.....¡Ah, que bien se sentía! Pronto el también se defendió en la luchita de las lenguas. Y muy bien. Sintió como su pene se ponía duro y se levantaba, y el de su amiguito estaba igual al de él, según lo percibía entre sus piernas, ya que
estaban cerca, muy cerca uno del otro. ¿Y si nos quitamos la ropa? - le propuso el amiguito. Pronto estaban los 2 se calzoncitos, su amiguito traía unos blancos con una rayita azul y una dorada. El se sintió avergonzado de traer su calzoncillo que hasta ayer había sido su máximo orgullo: El calzón de Scooby Doo. En ese momento lo odió y se sintió avergonzado de traerlo puesto. ¿Jugamos espaditas?- le preguntó su amiguito. Y empezaron primero un poco alejados, solo rozándose las puntas de sus penes, pero poco a poco ambos fueron acercándose más y más....Y vieron que si estaban más cerca y más se tallaban, más duro se ponía su pipí...¿Me lo chupas? se atrevió a preguntar el compañerito. ¿Para qué? -contestó el niño. Si lo chupas mucho rato sale una lechita muy rica -contestó. Y el niño tomo el pipí de su amiguito entre sus manos, y aguantando el asco de imaginar que por ahí hace pipí empezó a chuparlo y achuparlo, y el sabor agridulce le penetró toda la boca, y la garganta, y en medio de esa mezcla de éxtasis y ganas de vomitar, supo que era una de las cosas que más le habían gustado en la
vida. Sintió como un liquido espeso le empezó a llenar la boca, y le dieron más ganas de vomitar. Rápidamente escupió, eso era repugnante. Se siente muy rico -dijo- ahora yo te voy a hacer a tí....¡Qué sensación más fantástica! Mejor que un diploma, mejor que ir a Disney, mejor que todo lo que le había pasado en su vida....Ah! Eso era especial.....Y de pronto un estremecimiento poseyó todo su cuerpecito, como un temblor, como ganas de orinar, pero distinto. Y sin quererlo, se dió cuenta que su compañerito estaba a su lado, escupiendo también esa
amarga sustancia blanco-transparente. ¿Te gustó?- le preguntó el compañerito. Sí -contestó el niño. ¿Venimos mañana?.....-Sí.
Y así, los dos niños siguieron saliendo juntos de la escuela, encaminándose hacia la construcción, hasta que se atravesaron las vacaciones de verano, y el niño fué a visitar a su familia a Michoacán. Y al volver a clases, supo que su compañerito se había cambiado de ciudad, y nunca más volvió a saber de él.....Pero cada vez que pasaba por la construcción, revivía los momentos que tan feliz fué enmedio de esas tres paredes sin techo....
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