Levantaste tu mirada
y después de cruzarla con la mía,
empezaste a recorrerla por los caminos de mi cuerpo...
No la detuviste,
quisiste cada lugar, querías ser el dueño...
Me miras,
me seduces, y haces llover en mi piel,
tus besos de lluvia buscan un rincón en mi cuerpo,
mi cuerpo de tierra temblando,
como cuando el núcleo se sobrecalienta
y busca una salida,
como el nacimiento de un volcán.
Tus besos y mis besos se funden
en una mezcla de saliva y lava,
atrapados en la cueva del tiempo,
donde encuentras la hoguera encendida,
que poco a poco va creciendo hasta consumirla.
Por fin, un alto en el camino,
el cual tu lengua aprovecha para abrirse camino por mi pecho,
por mi panza,
busca el rincón donde se guarda mi esencia,
mi sabor está en tu boca, y me dejas disfrutarme...
Me has bebido,
taladras mis sentidos, y cuento tus jadeos,
voy sucumbiendo al punto de la muerte,
y de ella regreso en un respiro.
y después de cruzarla con la mía,
empezaste a recorrerla por los caminos de mi cuerpo...
No la detuviste,
quisiste cada lugar, querías ser el dueño...
Me miras,
me seduces, y haces llover en mi piel,
tus besos de lluvia buscan un rincón en mi cuerpo,
mi cuerpo de tierra temblando,
como cuando el núcleo se sobrecalienta
y busca una salida,
como el nacimiento de un volcán.
Tus besos y mis besos se funden
en una mezcla de saliva y lava,
atrapados en la cueva del tiempo,
donde encuentras la hoguera encendida,
que poco a poco va creciendo hasta consumirla.
Por fin, un alto en el camino,
el cual tu lengua aprovecha para abrirse camino por mi pecho,
por mi panza,
busca el rincón donde se guarda mi esencia,
mi sabor está en tu boca, y me dejas disfrutarme...
Me has bebido,
taladras mis sentidos, y cuento tus jadeos,
voy sucumbiendo al punto de la muerte,
y de ella regreso en un respiro.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home